Sunday, July 20, 2014

Perdí la fe


Por Gonzalo A. Luengo O.


Perder la fe ha sido un gran paso en mi vida. Me pasó definitivamente el viernes pasado, 18 de julio de 2014. Debido a la construcción que ha tenido mi existencia, de pronto salí y tuve fe en la gente, fe porque el ser humano es capaz de mucho, de hacer muchas cosas. Nada es imposible. Pero muchos no asumen su libertad y por ende no hacen nada. No son libres, casi en su totalidad a veces. Están a atados a sus temores, a su comodidad, a la conveniencia de las cosas, alejándose de lo humano. Atados a los ideales de otros, inclusive. Dejan de ser humanos. Por esta razón perdí la fe:

1. Hay gente que tengo fe en que hará algo en su condición humana. Se humanizará más al darle importancia no sólo a sí mismo y su grupo cerrado, sino que empezará a importarle el otro humano, el vecino, la mujer que pasa todo el día en redes sociales y que nadie ha visto, el conserje gruñón del edificio y así un gran etcétera. Tendrá intimidad y gusto hasta de bromear con ellos. Perdí la fe en que eso pase.

2. Sin fe, me liberé de la pena y angustia que me provocaba el punto anterior, que incluso me afectaba de forma directa y me hacía decaer, porque como yo no tengo nada, entonces buscaba, esperando excavar en la profunda mina que es la gente, buscando ese diamante gigante que todos tienen para que brillara solo. Pero ahora seguiré buscando, siempre, con más energía, pero sin fe en dar con algo, esto significa lo más importante:

Seguir y adoptar más que nunca mis valores, mis principios, mis creencias, mis amores (de familia, por la mujer con que quiero estar, por los amigos y amigas por los que opto y lucho (y me aguantan, cómo los amo)) convicciones y el conocimiento activo que cultivo y asumo en cuanto a lo humano, es decir, lo que otros seres como yo, son, sin dejar de compartirlo porque me es inevitable. Esto significa dedicarme a, de alguna forma, tener fe en mí mismo, anulando así la fe y dedicándome a construir realidad, sin soñar con que aparezca. Soy libre porque los demás también son libres, que ellos creen sus propias jaulas en este jardín infinito, ha sido su opción.

En fin, con todo esto y muchas cosas más que pienso, he desarrollado el siguiente planteamiento, que he dibujado para que vean gráficamente lo que pienso sobre la gente. Sea esta una de mis principales conclusiones sobre la existencia. Sí, es en algo parecido a lo de la Caverna de Platón, pero al final yo llegué a lo mismo o algo parecido, por mí mismo, explicándolo con mis palabras (hacer clic en la imagen para aumentar y leer):


 Tipos de gente en el mundo, la realidad infinita


Gonzalo A. Luengo O.