Sunday, April 20, 2014

Un mensaje mío a los 'huachos', hijos naturales, de padres separados, familias 'mal constituidas'...



Por Gonzalo A. Luengo O.

Este 2014 cumplo nueve años trabajando en genealogía, descubriendo verdades de muchas familias y dándome cuenta que tengo la 'suerte' de venir de familias que en al menos 150 años son fáciles de investigar, puesto que tanto mis padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, todos sin excepción, se casaron y tuvieron familias 'bien constituidas' (vaya estúpido concepto). De ahí para atrás me encuentro con hijos naturales y nombres de hombres y mujeres que nunca sabré porque no reconocieron a mis antepasados. Esto le pasa a cualquiera. ¿Son realmente no deseados? Si tú tienes padres separados, eres hijo de una madre soltera, eres adoptado o tienes una familia 'extrañamente' constituida, teniendo medios hermanos o más de un núcleo familiar, déjame comunicarte el valor que eso tiene para alguien como yo, hijo único de padres que nunca se separaron y supieron tener una familia 'bien constituida'. Porque me tocó, a mí y a muchos, ser hijos 'deseados', ¿y por qué me desearon a mí? Pues al menos uno de mis padres me quiso. La otra, pues no sé para qué si no más que por un deber, un deber de aparentar que un matrimonio iba por 'lo que se esperaba'. Ambos en realidad finalmente se dejaban llevar por el deber del mal llamado 'bien'. De alguna forma ustedes eligieron venir acá y sus madres o padres o uno de ellos los debió asumir y luchó por ustedes. Lo mío fue distinto, a mí me trajeron porque sí, me asumieron como una parte de la familia (como un hijo, pues mi padre) que 'debía ser'. Mi papá murió y estuve al amparo de mi madre. De ella sí rescato que me ha dado mucho, pero el afecto es algo que nunca tuve. Estando en el colegio y en la universidad no me importaba estar aislado del resto. No veía a la familia de mi papá nunca. Y no me interesaba, yo sólo me he preocupado de mi carrera, de mis estampillas, de la genealogía y las lecturas que tienen que ver con eso. Y era feliz. Han sido complejos los últimos cuatro años, en que de pronto tuve amigos más cercanos y he luchado por conservalos. Todo lo que hago en esta vida es platónico, un reflejo de algo que nunca he tenido pero que sueño con tener. Ése es el sentido de mi vida. Y por eso me he quejado tanto cuando un amigo me deja solo o no me contesta, porque antes no lo tenía, por eso vivo al triple la vida, vivo intensamente día a día y me la juego. Los hijos 'no deseados' llegaron a ser quienes son acá. Yo siempre he sido quien soy y he hecho lo que quiero, pero siento que 'debo' estar acá. A mi me 'desearon', nadie me asumió, nadie tuvo que demostrar interés por mí. Eso duele. Y por eso lucho siempre por mis valores y convicciones, porque me esfuerzo por eso que no tengo, por eso soy claro y tengo la voluntad de esforzarme por la gente que quiero y que finalmente he buscado, porque no la tenía. Tengo primos en tercer grado, sobrinos en quinto grado y hasta en decimosexto grado porque los he buscado, porque no tengo hermanos y mi familia ha vivido lejos. Pero estoy feliz, porque tengo las cosas claras y sé lo que valgo al esforzarme en cada paso que doy por no estar solo y luchar por mis valores: es como cuando te instalas con un café francés en Chile: lucharás por que sea lo mejor posible y tratarás de que sea tan francés que... ¡será más francés que en Francia! Cuando uno de mis mejores amigos, que son pocos, me pidió que fuera su padrino de Confirmación, logré sentir su aprecio a mi esfuerzo por vivir en este mundo al que de alguna forma 'me hicieron llegar': me tomó en serio, sabe que lo quiero como a un hermano y que lucharé por serlo, porque no lo soy. Es luchar por las ideas lo que me mueve. Porque llegué acá, salí hace poco y estoy en el camino. No tuve lo que los 'huachos' han tenido o lo que los hijos de padres separados han recibido, o lo que han vivido muchos adoptados e hijos de familias monoparentales, con medios hermanos, etc.: al menos una persona que simplemente supo que vendrían y los estaba esperando con amor, con ansias de abrarzarlos y criarlos. Yo y muchos otros venimos a criar a otros, a tocar puertas, a pedir. Y en eso estoy. En esta jornada encontraré a una mujer que amaré y querré a mis hijos, los desearé y ya los estoy esperando, con los brazos abiertos, no por aparentar algo, los espero porque quiero darle más vida y diversidad a este mundo y abrazarlos será como abrazar a mi prójimo y ser su padre será el honor de tratarlos para que aprendan el valor de criar y amar a quienes tengan al lado.

Gonzalo A. Luengo O.